GRUPO SCOUT OBISPO GELABERT
  El Hacha y el Cuchillo
               
Manual Web Scout 2005
     
   
 
USO DEL HACHA
 

Suele ser corriente el que cualquier Scout, el primer "pie tierno" recién ingresado, se atreva a emplear el hacha sin haber recibido las necesarias instrucciones para su uso. Esto trae, desde luego, como consecuencia algunos accidentes que pueden revestir gravedad y que siempre causan el deterioro rápido en el hacha, que pronto queda inservible.
El modelo de hacha más conveniente es el llamado canadiense, de mango doblemente curvado. La parte opuesta al corte debe ser plana, no terminada en punta (peligroso). Esta parte plana puede servir como martillo en trabajos ligeros. En los trabajos que exijan golpes algo violentos no debe emplearse, pues el del hacha se deformaría, saliéndose el mango.
El golpe con el hacha debe darse sin que apenas se haga esfuerzo muscular.

No golpes verticales sino que a 60°

El hacha tiene que cortar por la fuerza adquirida por la caída de su masa desde cierta altura. Por ello conviene y es preferible que sea algo pesada. El individuo se limita a dirigir el golpe. Este no debe darse verticalmente sobra la madera que se trata de partir, pues la elasticidad de la misma absorba parte de la fuerza, sino con una inclinación de 60° aproximadamente, de un modo alternativo de derecha a izquierda y al contrario, haciendo una entalladura en "V". No dirigir los golpes hacia la mano o pie que sostenga la madera, pues una desviación cualquiera ocasionaría un accidente.

 
 

Toda madera que se vaya a cortar, ha de colocarse sobre un tronco de leña o pedazo de madera que haga de tajo, dando los golpes exactamente encima de éste y no en vano. Cuando no se usa el tajo, se corre el peligro de cortar del todo la madera y dar con el filo del hacha en el pavimento o en las piedras del suelo, lo que le mellaría. Por la misma razón deben quitarse todos los clavos antes de partir la madera.

El hacha, cuando haya de entregarse a otro Scout, se lo dará en propia mano y no lanzándola desde cierta distancia, confiando en la buena puntería. Un rebote en una piedra del suelo, por ejemplo variando su dirección, podría producir un accidente gravísimo. Esto es de suma importancia.

Todo Scout debe abstenerse de hacer lo que sigue o impedir que otros lo hagan:

1º   Clavar el hacha en un árbol vivo, aunque sea fijarle momentáneamente (Art. 6º de la Ley Scout)
2º  
Dejar el hacha en el suelo o clavarla en ella. (Las piedras que hay en la tierra producirán melladuras). Las hachas deben estar en su funda de cuero o clavadas en un tronquito de leña.
Cortar árboles, arbustos, etc., y sus ramas.

 

Afilando del Hacha
Para preservar el filo del hacha en buenas condiciones, siempre procederemos a asentar el mismo una vez concluida nuestro campamento o salida al aire libre.
Podremos hacerlo como indican los dibujos a continuación, pero siempre deberemos darle un acabado con una piedra al aceite, con el grano que se desee utilizar o que corresponda al estado del filo del hacha, debido a que esta puede presentar melladuras profundas que deben ser corregidas antes de su nueva utilización.

Precauciones
Cuando vayamos a hachar verifiquemos que a nuestro alrededor, y en un radio de aproximadamente 3 metros, no haya ninguna persona, dado que se puede desprender el hierro del cabo del hacha, por hallarse flojo, o también puede darse el caso de que se nos resbale el hacha de la mano, y de esta forma podríamos causar un accidente.

Al hachar ramas, utilizando el taco de apoyo, u otro tronco, siempre tengamos la precaución de no sostener el leño a cortar con nuestro pie, porque puede que demos un mal golpe con el hacha, y la misma termine justamente en la pierna o en el pie, produciéndonos un severo corte. Siempre que debamos hachar trabaremos el leño a cortar con cuñas de madera o piedras del lugar, o con estacas que podamos llevar para ese fin.

 
 

Transportemos el hacha con su filo hacia el suelo, de esta forma, si se produce nuestra caída en forma involuntaria, y la transportamos con el filo hacia arriba, podremos caer sobre ella, produciéndonos una herida considerable.

Siempre al transportar el hacha, hagámoslo con su funda correspondiente, de cuero o tela gruesa, y colgada en el cinturón detrás de nuestra espalda, dado que es allí y de esta forma donde menos puede provocarnos accidentes. Nunca dejemos el hacha tirada en el suelo, porque aparte de oxidarse, puede que alguien sin experiencia la encuentre y se ponga a jugar con ella, pudiendo producirse y producir un serio accidente.

Cuando el hacha no se ha de utilizar, busquemos un tronco seco, y allí dejémosla clavada, junto a las otras herramientas de uso común en el campamento. Nunca olvidemos que si somos buenos observadores, y sabemos convivir con la naturaleza, encontraremos a nuestro paso, infinidad de ramas caídas y secas, troncos viejos y secos, y restos que pueden utilizarse como leña. Siempre preservemos los árboles.

 

Partes del hacha
 
      
   
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